Como nutricionista, siempre recomiendo el consumo de frutas frescas por su aporte en fibra, vitaminas y antioxidantes, pero cuando una fruta saludable se convierte en un riesgo silencioso, es inevitable cuestionarse: ¿Estamos realmente protegiendo a quienes más deberían beneficiarse de ella?
En octubre de 2025, un monitoreo ciudadano realizado en Lima y Callao reveló un hecho preocupante: cuatro de cinco muestras de duraznos analizadas superaron los límites máximos de residuos (LRM) permitidos por la normativa peruana.
Los resultados, obtenidos por el laboratorio acreditado Mériux Nutrisciences y difundidos por Salud con Lupa, exponen una falla grave en el sistema de control alimentario.
El caso más alarmante fue el del Mercado Minka (Callao), donde se hallaron residuos de isoprotiolano 45 veces por encima del límite legal, además de azociclotín y cihexatín en cantidades 20 veces superiores. Estas no son cifras frías: son el reflejo de una cadena de descuidos que termina en algo tan cotidiano como la lonchera de un niño o la mesa familiar.
El durazno, símbolo de frescura y dulzura, hoy representa la fragilidad de nuestro sistema de control alimentario.
Que dicen los datos: los mercados y los plaguicidas detectados
El monitoreo Ciudadano de Pesticidas en Alimentos analizó cinco mercados de Lima y Callao, cuatro de estos presentaron exceso de plaguicidas. El caso de Minka fue el más extremo, pero no el único, Santa Anita, Lince y Bellavista también mostraron resultados preocupantes, solo el Mercado San José de Jesús María cumplió los limites legales.
Hablar de porcentajes puede parecer abstracto, pero pensemos en esto: si los límites existen para protegernos, ¿Qué significa superarlos 45 veces? No es un error aislado; es una alerta del sistema.
Los compuestos hallados (isoprotiolano, ciprodinilo, azociclotín y cihexatín) no son inofensivos, estudios recientes de la OMS(2023) y la EFSA(2022) advierten que su exposición continua puede afectar el sistema hormonal, el hígado y el sistema nervioso y lo más preocupante: pueden acumularse con el tiempo en nuestro cuerpo humano.
Un problema que va más allá del campo: el control que no llega
¿De qué sirve promover la alimentación saludable si no se garantiza su inocuidad?
El SENASA es el encargado de asegurar que los alimentos cumplan los LMR, pero sus capacidades son limitadas, sus monitoreos suelen centrarse en productos de exportación, porque allí hay sanciones económicas claras, en cambio los productos que se quedan en el país muchas veces no pasan por los mismos filtros.
Y eso es lo que más duele: pareciera que se protege más al consumidor extranjero que al ciudadano peruano, no por falta de leyes sino por falta de voluntad y recursos, como país hemos normalizado la desigualdad incluso en la inocuidad alimentaria. La trazabilidad sigue siendo otro punto débil, no sabemos con certeza de que chacra vienen los duraznos que compramos, en un contexto donde la mayoría de los mercados no ofrece información al consumidor, la confianza se vuelve un acto de fé.
Consecuencias invisibles: lo que pasa cuando no vemos el problema
El consumo habitual de frutas contaminadas con plaguicidas genera una bioacumulación silenciosa en el organismo, no produce síntomas inmediatos, pero puede desencadenar enfermedades crónicas años después.
Niños, embarazadas y adultos mayores son los más expuestos, el cuerpo de un niño por ejemplo, absorbe más y elimina menos, su sistema en desarrollo es mucho más vulnerable. A veces basta con imaginarlo: un durazno aparentemente perfecto puede contener residuos que gota a gota, se suman cada día.
Y aunque lavar o pelar la fruta reduce parte de los residuos, los plaguicidas sistémicos penetran hasta la pulpa, es como intentar limpiar algo que ya está impregnado desde adentro.
Qué podemos hacer: una mirada más humana y compartida
Quiero contarte algo desde la práctica profesional: no se trata de alarmarte, sino de hacerte consciente; lo que comemos no debería ser una ruleta. Todos (Estado, productores y consumidores) tenemos una parte de la responsabilidad.
El rol del Estado
Necesitamos un Estado que priorice la salud interna tanto como las exportaciones, no basta con cumplir estándares internacionales si no se cumplen los nacionales. Es necesario fortalecer al SENASA, ampliar su presencia en regiones y asegurar que las inspecciones no dependen de coyunturas mediáticas.
Los productores
Como país agrícola, deberíamos acompañar más a los pequeños productores, muchos no tienen acceso a capacitación o asesoría técnica, y recurren a los plaguicidas como su única herramienta de defensa.
Fomentar Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) no solo protege al consumidor, también mejora la calidad del producto y la reputación del agricultor.
Los consumidores
Aquí también entramos tú y yo, como consumidores podemos preguntar, exigir y elegir, comprar frutas de origen conocido, lavar correctamente y apoyar los sistemas de monitoreo ciudadano son pasos pequeños, pero poderosos, informarse también es una forma de protegerse.
CONCLUSIONES CLAVE Y REFLEXIÓN FINAL
- Cuatro de cinco muestras de duraznos en Lima y Callao superaron los límites legales de plaguicidas.
- Los plaguicidas detectados pueden causar daños neurológicos, hormonales y reproductivos a largo plazo.
- La fiscalización en el Perú sigue priorizando la exportación sobre la protección del consumidor local.
- Se necesita trazabilidad, transparencia y compromiso real de las autoridades.
No se trata de dejar de consumir frutas, sino de exigir un sistema que las haga seguras, como profesional de la salud, me preocupa que sigamos creyendo que esto es un problema ajeno.
Si queremos una alimentación saludable, el primer paso es que los alimentos sean seguros, y ese derecho no debería depender de donde compres ni de cuanto pagues.
REFERENCIAS
- FAO & OMS. (2023). Pesticide residues in food – Joint FAO/WHO Meeting on Pesticide Residues (JMPR) Report 2023. FAO/WHO.
- European Food Safety Authority (EFSA). (2022). Pesticide residues in food: Annual report 2022. EFSA Journal.
- Salud con Lupa. (2025, octubre). Duraznos con residuos de plaguicidas sobrepasan los límites permitidos en mercados de Lima y Callao. Recuperado de https://saludconlupa.com